viernes, octubre 27, 2006

La senda de la inmortalidad

He visto una encuesta en la que preguntaban si elegirías ser mortal o no y me he preguntado al respecto. Es muy frecuente que en los libros, sobre todo los de fantasía o ciencia ficción, aparezcan personajes inmortales, que gozan de eterna juventud y gran experiencia y sabiduría. Y cuando leemos, seguro que todos hemos pensado lo genial que tiene que ser ser inmortal, no morir nunca. En cambio, si de verdad tuviéramos la oportunidad de elegir serlo o no, ¿qué escogeríamos? Yo me quedaría con la vida simple y mortal que tengo ahora. Porque, pensándolo bien, ser inmortal no es tan genial como podemos pensar. ¿Qué sería una vida eterna, condenados a ver morir a la gente que te rodea, a la gente que te importa, a la que quieres, a la que amas? ¿Podríais soportarlo? ¿Podríais soportar qué toda persona a la que toméis afecto, muera? Y siempre así, siempre perdiéndolos. Yo no. No lo aguantaría. Prefiero nacer, vivir y morir, a eso. Y si no tuviera más remedio que aceptarlo, intentaría no relacionarme con las personas. Debe ser muy triste vivir de esa forma. O incluso si pudiera conservar a algunas personas a mi lado en una vida eterna, puede que aún así no la eligiera. No temo a mi muerte, pero sí temo que el mundo se acabe. Me da miedo pensar en como puede evolucionar la crueldad del ser humano. Si es hoy en nuestros días y no entiendo algunas cosas que pasan por el simple hecho de que hay personas con mucho poder que son insensibles, crueles, egoístas y demasiado necias. No las comprendo y me asustan. Nos estamos cargando nuestro propio planeta, puede que nos estemos conduciendo a nuestra propia extinción. No entiendo esa tendencia que el ser humano parece tener hacia la destrucción y la autodestrucción, y no me gustaría estar allí para ver cómo sucede.
Todo esto también me lleva a otro interrogante... ¿Qué hay después de la muerte? ¿Porqué tenemos miedo a morir? No sé qué puede haber, y es por eso, por esa incertidumbre, por lo que la gente teme a la muerte. El cielo, la reencarnación, la desdicha de convertirnos en almas en pena o en fantasmas vagabundos... Si la llave al reino de los cielos es la fe, creo que me quedo fuera. Y si el cielo no existe, ¿dónde encontramos respuestas? Podemos acudir a la ciencia, a la teoría de que en el universo siempre hay el mismo número de materia, de que en nuestra composición humana tenemos polvo de estrellas, o partículas que han estado viajando por galaxias lejanas. Según eso, podría existir una especie de reencarnación. Si morimos, nos incineran, y esparcen nuestras cenizas en la tierra donde se hunden las raíces de un árbol, ¿pasamos a ser parte del árbol? ¿nos reencarnamos en él?
Bah, sólo puedo especular, y tampoco me gusta hacerlo. Creo que es una tontería pasarse la vida preguntándose qué hay después... La vida la tenemos para vivir, ¿no? Pues a vivir se ha dicho. Y venga lo que venga después... ya veremos xD

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Anita! :) me alegro de haber encontrao este sitio tuyo (aunque me lo dijiste tu xD) porque la verdad es que me encanta, de veras. Los temas de los que hablas son interesantes, y además están muy bien escritos ^__^. Mmmm sobre este tema...la verdad es que la gente tiende a querer ser inmortal porque no saben lo que es y eso siempre gusta o asusta no?Yo prefiero ser mortal, mas bien por todo lo que has dicho tu jeje. Quiero saber que hay despues de la muerte ^^. Weno, que me encanta como escribes y espero que nunca cambies ni dejes de hacerlo. Te quiero mucho :) Besitos de tu Ai-chanita :D Chauuuu